AYUNTAMIENTO PATERNAL

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Preámbulo  al artículo de tal nombre de  21 de Octubre de 1996

No sé si en la vida y en la política todo vuelve, todo son ciclos, o es que la condición humana es como es y tropieza siempre en la misma piedra; o es que desde el poder, con sus dineros y demás medios, todo se mueve fácilmente para manipular a la población e imponernos sus objetivos políticos en plan de “despotismo ilustrado”.

            El caso es que hace casi treinta años, las cosas en la política municipal eran muy parecidas a las  que hoy visualizamos, como demuestra este artículo:

a) el “proceso” hacia el separatismo;

b) el afán de aumentar las posesiones del Ayuntamiento, con nuestro dinero, antes los solares de las antiguas fábricas, ahora el Gran Teatro, el agua (Taigua), para poseerlo y decidirlo todo (entre otras cosas, la especulación del suelo);

c) la obsesión peatonal, fruto de una falsa ideología “ecologista”, que nos conduce al pasado, acabando con el desarrollo, nos lleva, no sólo a cargarse el eje de tráfico Este-Oeste de la ciudad, como comenta el artículo, sino desde 2005, creo,  a cargarse el eje Norte-Sur, el de la Rambla (mientras se mantiene el tráfico en las Ramblas de Barcelona), y crear desde entonces el problemón de las calles Arquímedes y Galileo, que piensan mantener “in aeternum”.

Que nos obliga cada día a muchos miles de ciudadanos, a perder casi media hora para salir de la ciudad, y otro tanto  para entrar. ¡Pero es que ahora quieren, en los próximos diez años, acabar con los coches, con el automóvil particular!, ¡Y así salvarán la Tierra… pobres idiotas!

d) la ciudad quedó tan desestructurada  tras  más de  veinte años del PSOE en el Ayuntamiento que, tuvieron que idear un lugar de recreo, el Parc Vallés,  para que  al menos parte de los jóvenes no se fueran a disfrutar su ocio a Sabadell. Chapuza que obliga a usar el coche, claro…

e) como novedad actual el despliegue de la bandera del feminismo, la homosexualidad, los  “trans” , los LGTBI, la educación aberrante en la infancia de la sexualidad al objeto de femenizar a los niños, con cursos promovidos por el alcalde que es uno de ellos… es lo último más moderno y más antinatural, más anticientífico, antibiológico  e irracional  que han pensado sus mentes calenturientas, que han sustituido la tradicional “lucha de clases” por la “lucha de sexos” (que ahora llaman “géneros”, “ideología de género” y hay 15 ó 20 según ellos). Lo mejor es que en 1933, tan feminista  hoy, el PSOE  votó en contra del “sufragio universal” de la mujer (su derecho a votar) en la ley que lo aprobó con los votos de la derecha ¿Qué os parece?.

            Pero ¿habéis oído alguna vez a algún político actual, que hay que limpiar la ciudad del escándalo, del exceso,  de la intrusión en lo ajeno, del nulo respeto a lo privado, que representan los grafiti…? No, pero sí  habréis visto  ya , dos meses y medio antes de las elecciones , la cara del alcalde en decenas de vallas publicitarias gigantes, una foto pintada, con una frase paternalista de unos 16 metros cuadrados en todos los accesos y vías importantes de la ciudad. ¿De dónde habrá sacado  su partido, que tendrá medio centenar de militantes tarrasenses, los muchos miles de €uros que cuesta esa propaganda? Pues supongo que por la misma vía de las anteriores elecciones municipales, que se le acusó de “distraer” 50.000 €uros para la campaña electoral. Pero es que hace poco más de un mes estuvo  anunciando la presentación  de su candidatura por todas las vallas acristaladas de las paradas de autobús y se gastó un dineral en alquilar  el salón de actos del Centro Cultural… Por eso, parece que sólo exista el partido de Ballart, porque no he visto propaganda , casi ninguna, de otros partidos… Sólo una valla de la alcaldable, ¡que es catalanodiputada!, ¿cómo no, del PSC?... ¡Ah! Y también otra  valla acristalada de la nueva cara de la Idem. de Cidadanos.

 Tarrasa a 24 de Marzo dc2023. Fdo. EUSEBIO MURILLO.


AYUNTAMIENTO PATERNAL (21/10/1996)

            ¡Qué sería de nosotros sin la perseverante tutela de nuestro Ayuntamiento!. Desde 1977, con las primeras Elecciones Municipales, tras la dictadura, aquel lema-invitación: “Entra amb nosaltres a l’Ayuntament” me ha venido tantas veces  a la memoria…

            Estos eran los que iban a mandar a casa, según decían entonces, a tanto funcionario inútil. Ellos iban a reducir tanto despilfarro, el presupuesto, el personal; iban a acercar el poder a los ciudadanos…¡Qué bien!, ¿Cómo sería eso? ¿Mandaríamos los ciudadanos en el poder?.

Después lo he comprendido, con el tiempo; más bien es que el poder se acerca a nosotros; eso sí, muy democráticamente, y se nos lleva el coche de la puerta de casa con la grúa; o nos inspecciona la obra para ver si hemos pagado el permiso; nos sube el catastro, casi el cien por cien de un año a otro, porque, claro, somos una ciudad moderna, “amb empenta”; o nos reduce a uno solo los recibos de los arbitrios municipales, después de haberlos sumado todos y multiplicado por dos; pero eso también, fraccionando  el pago en dos cómodos recibos.

Pero no hay que quejarse, que el Consistorio  es tan democrático y tan servicial, que no ya sólo nos hablan con amabilidad en la Oficina de Información (incluso  cuando nos enfadamos porque nos han embargado la cuenta para cobrarnos las multas de aparcamiento), sino que además, todos los concejales del pleno, con el Sr. Alcalde  a la cabeza, nos sirven “ron cremat” la noche de los fuegos artificiales, después de habernos divertido en la Fiesta Mayor con las actuaciones gratis de los famosos y con los chiringuitos del Portal de San Roc que, autorizados por “la casa gran”, informan  al público sobre las maravillas de hacerse insumiso y sobre las excelencias de una Cataluña independiente, en un ambiente festivo de bocata, litrona y rock català.

Desde luego, no se les puede tachar de inmovilismo, se mueven, hacen obras, y deshacen otras (los arquitectos están  tan encantados con el alcalde, que en las últimas elecciones, eran mayoría en la lista de admiradores, que hicieron pública en este Diario de Tarrasa).

Lo malo es que  no aciertan con esos ¿doce o  quince mil millones?, de presupuesto. Porque no se trata de hacer las aceras más anchas y las calzadas estrechas como si los coches fueran sobre raíles, como el tren; no se trata de sustituir los parquímetros, los árboles de las calles, o las farolas; de gastar tan alegremente los millones del ciudadano contribuyente en deshacer para  volver a quedar todo  casi igual. Pongo por ejemplo la plaza de Can Anglada o el pavimento de la Rambla y sus, tan sucesivas como inútiles remodelaciones.

También podríamos  hablar de los millones  gastados para las Olimpiadas, por ej. en un estadio  de fútbol, que sigue siendo de similares características. De los millones enterrados en el parque de Vallparadís, para que siga siendo un lugar solitario e intransitable por la noche.

Pero de entre todas las equivocaciones de este equipo municipal, que lleva casi veinte años  mandando, sobresale su obsesión peatonal. Supongo que los comerciantes y residentes del centro, que deben estar pensando en reclamar al Ayuntamiento un helicóptero para transportar sus mercancías, tienen  vocación de mártires de esta absurda cruzada contra los vehículos, que los ediles socialistas definen como actitud ecologista.

Terrassa centro, cuyo  comercio desde la instalación de Pryca ha ido en continua regresión, es hoy día un escaparate testimonial de cuatro tiendas  textiles y dos o tres bazares, alguna  zapatería y media docena hamburgueserías, que atraen a los jóvenes las tardes de los fines de semana.

La apuesta que hicieron los socialistas de la recuperación del centro, no ya como residencial, ni como centro de negocios, ni de servicios; sino simplemente para el ocio, está bastante perdida de antemano, porque los accesos están imposibles y el parquin es un  gasto desorbitante para los jóvenes y además la periferia va ganando terreno; por ej. la Avenida F. Macià y algunos puntos de encuentro (zona de la Escuela Industrial, discotecas, etc) se llevan al público por la competencia en precios y la facilidad del acceso.

Estamos ante una ciudad desestructurada en su centro, con atascos insoportables y continuos a su alrededor. Al cortar el eje natural de Este a Oeste,  que continuaba la Ctra. de Castellar con el Paseo, la Font Vella y la calle Mayor, hasta la Rambla, se ha roto cualquier posibilidad de recuperación del centro.

Ahora el Ayuntamiento ha parido, no otra idea, sino su misma y literal división interna: ahora dicen que nos van a poner ayuntamientos chiquititos , más cerca, a lo mejor en cada esquina, como si fueran cajeros automáticos, ¿Qué pensarán darnos?, o mejor, ¿Qué pensarán quitarnos ahora?.

Terrassa, a 21 de Octubre de 1966.

Fdo. EUSEBIO MURILLO


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